El Edificio Central de la Policía Nacional Civil (PNC) es conocido como “El Castillo”, y está ubicado en el centro histórico de San Salvador. Su extraordinaria construcción posee una belleza arquitectónica.
Su fachada pertenece al estilo barroco, mientras que su interior al victoriano, cada uno con sus propios detalles en alto relieve y con sus pisos originales traídos desde Italia.

El edificio de El Castillo fue construido entre los años 1930 y 1932, y asignado para el personal policial, operativo y administrativo de la extinta Policía Nacional (PN). También alojaba en sus bartolinas a reclusos acusados de diversos delitos.
Luego de la firma de los Acuerdo de Paz en 1992, y tras el despliegue de la nueva policía, esta estructura pasó en 1995 a albergar las principales oficinas administrativas de la PNC como su dirección general, subdirecciones y otras.
 

La estructura de El Castillo se divide en dos grandes áreas. El costado norte, con dos niveles de oficinas, que rodean un jardín con dos monumentos, y un helipuerto con capacidad para tres helicópteros.  Uno de los monumentos se construyó en memoria del primer policía caído en cumplimiento del deber, y el otro es en honor al patrón de la policía, el arcángel Miguel. El costado sur posee tres niveles de oficinas. Cuenta con un amplio jardín en cuyo centro se eleva el pabellón nacional.
 

En cada una de las oficinas, que tienen alturas de hasta 6 metros, se pueden apreciar elaboradas puertas y ventanas de madera de cedro y vidrio. En su interior y en los pasillos penden lámparas tipo araña de tonalidad verdosa.
El edificio cuenta con una capilla para las personas que profesan la fe católica, abierta las 24 horas, un salón de reuniones denominado “de Directores” de la PNC, un auditórium, y un parqueo subterráneo, entre otros.
 

Durante los últimos 20 años, El Castillo ha experimentado importantes remodelaciones, entre ellas las realizadas luego de los terremotos de enero y febrero de 2001.
En la actualidad es un lugar de visita obligado para los turistas nacionales y extranjeros, sobre todo durante los recorridos nocturnos del centro histórico de la capital que organiza la policía de turismo.